Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, pero cuando se comparan, el alquiler con opción a compra tiende a ser más favorable para personas que quieren ser propietarias en el futuro.
Una de las mayores ventajas del alquiler con opción a compra es que permite acumular capital en una propiedad mientras se alquila. Cuando se alquila una vivienda, simplemente se está pagando la hipoteca de otra persona sin obtener nada a cambio. Con el alquiler con opción a compra, una parte de su pago mensual se destina a acumular capital en la propiedad, que con el tiempo podrá utilizar para el pago inicial de una hipoteca.
Otra ventaja del alquiler con opción a compra es que le da la oportunidad de probar una propiedad antes de comprometerse a una hipoteca. Esto puede ser especialmente útil si no está seguro del barrio o de sus planes a largo plazo. El alquiler con opción a compra le permite probar la propiedad durante unos años antes de comprometerse de forma más permanente.
Por último, el alquiler con opción a compra puede ser una opción más asequible para quienes no pueden acceder a una hipoteca. Muchas personas que no pueden optar a una hipoteca debido a la falta de los ahorros suficientes para afrontar el pago inicial pueden participar en un contrato de alquiler con opción a compra. Esto les permite trabajar en la mejora de sus ahorros para el pago inicial, mientras que todavía tienen la oportunidad de poseer una casa en el futuro.
En general, aunque tanto el alquiler como el alquiler con opción a compra tienen sus ventajas, el alquiler con opción a compra ofrece una opción más favorable para quienes desean acabar siendo propietarios de una vivienda. Permite ahorrar con el alquiler, probar una propiedad antes de comprometerse, negociar las condiciones y puede ser más asequible para quienes no reúnan los requisitos para una hipoteca.