¿Cuáles son los gastos del Arrendador y cuáles del arrendatario en un contrato de alquiler de vivienda?
Alquilar una vivienda puede ser una tarea complicada tanto para arrendadores como para arrendatarios.
Una de las principales fuentes de conflicto en los arrendamientos urbanos son los gastos de la vivienda. Es fundamental conocer cuáles son los gastos del arrendador y del inquilino para evitar malentendidos.
Entre los pagos habituales que deben hacerse a la hora de alquilar una vivienda, se encuentran:
IBI
Este impuesto grava la titularidad de la vivienda y se paga de forma anual. Aunque la legislación en materia de arrendamientos no especifica quién debe hacerse cargo de estos pagos, es común que el propietario de la vivienda lo haga.
TASA DE BASURAS
La tasa de basuras, también conocida como Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA), es un importe que pagamos los ciudadanos a cambio de que se gestionen los residuos sólidos urbanos. Esta tasa no es obligatoria en todos los sitios puesto que se deja a voluntad del municipio.
El artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos especifica que “las partes podrán pactar los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades”, siempre y cuando así lo pacten en el contrato.
Por tanto, todo queda cerrado a lo que se haya pactado por las partes arrendadoras y arrendatarias en el contrato de alquiler. A la hora de decidir quién paga la recogida de basura en una vivienda de alquiler, deberemos consultar nuestro contrato de arrendamiento y comprobar, si en este existe alguna cláusula, donde indique si es el inquilino es el encargado de hacer frente a este impuesto. En el caso de que no conste nada en el documento regulador del alquiler, será el propietario el que abonará la tasa de basura
CUOTA COMUNIDAD DE PROPIETARIOS
Los gastos de comunidad son aquellos que cubren los gastos y mantenimiento de las zonas comunes del edificio o urbanización, como pueden ser los pasillos, la escalera, el jardín, la piscina, la portería, el ascensor, la iluminación, etc. Estos gastos pueden incluir, entre otros, los servicios de limpieza, mantenimiento y reparación de las zonas comunes, el seguro del edificio, el consumo de agua y electricidad en las zonas comunes, los honorarios del administrador de fincas y los gastos de gestión de la comunidad. En los contratos de alquiler, estos gastos suelen estar incluidos en la renta y deben ser asumidos por el propietario.
CONTRATOS DE SUMINISTROS
Según indica la LAU, los contratos de alquiler deben incluir lo siguiente:
A pesar de todo esto, conviene mencionar que las empresas suministradoras consideran que la obligación de pago tiene que recaer sobre el titular, indistintamente de si es el arrendador o el arrendatario. Es por ello que conviene que el titular de los suministros sea el inquilino, ya que si el propietario no se encarga de abonarlos, pueden cortarle el gas, la luz o el agua.
En resumen, si el propietario es el titular de los suministros y el inquilino deja de pagarlos, será el que tenga la obligación de seguir pagándolos. Si, por el contrario, el titular es el inquilino y deja de pagar, las empresas suministradoras podrán cortar el suministro sin que ello tenga repercusiones para el propietario.